La libertad no es sino la capacidad de vivir con las consecuencias de las propias decisiones. (James Mullen)

domingo, 12 de junio de 2011

TREGUA

Sueños negros despiadados, brutales inhumanos, crueles, ¿en el espacio?...
Estructuras, miles de figuras...

Un idioma del mundo: el desierto, el mar y los árboles hablan con  máxima expresión.
Sentada en la arena, cierro mis ojos, puedo sentir como el viento juguetea con mi pelo. En mis pensamientos busco decenas de lugares, es increíble, porque en cada uno de ellos te encuentras tú.
Te sientas a mi lado,  las palabras dejamos, porque con miradas nos comunicamos, ¿extraño?, no, no es extraño, ni complejo, menos complicado. Juntamos nuestras manos, sonreímos al pensar  que de amor hablamos.

 En la cima del faro me siento infinita, contemplo la furia de las olas, o quizás, su majestuosa rebeldía que calma mi ira, no sé cómo, pero tu estás ahí, abajo en las rocas, contemplas con dulzura su respetable olor, sabor y color. Sonríes refugiando tu mirada en la lejanía de sus susurros interminables, que seguramente te atraen, como hechizado por su imagen de inmensa idolatría. Advierto como me duele el sólo hecho de pensar que el mar pueda arrebatar tu vida, pero casi en un segundo desaparezco y aparezco entre tus brazos. Apoyado en el tronco de un sauce te encontrabas, lo reconozco, es mío. Recuerdo como un día curiosa pregunté - ¿Reirás alguna vez Sauce Llorón?- Aquello fue una gran paradoja, pues fui yo quien llegó a su encuentro con gran congoja, con él lloré, reí, canté y bailé, mi mal le conté. Al viento hizo levantar y con gran  fuerza arrebatar mi pesar. Sonreíste, como siempre sonreíste y luego entre tus brazos me sumergiste.

Como en una ilusión siento correr el agua entre la oscuridad y la calma. De la nada el Tiempo se para frente a mí, el Frío se hace sentir y con una sonrisa despiadada, un ataque prepara.
-¿por qué te ilusionas?- pregunta el Frío sarcásticamente, agudizando y penetrando en mis sentidos.
-¿quién dijo que lo estaba?- respondí apáticamente, casi sin pensar.
-¡¡no por nada estamos aquí, en la ilusión de uno de tus sueños!!- dijo molesto. Sentí un gran pesar, y de mi sueño quise despertar.- ¡No corras, a ninguna parte tarde llegarás, ¿acaso no ves que el tiempo está estancado aquí frente a ti?, en ninguna parte del mundo las personas irán!- dijo nuevamente el Frío.
-¡Vengo a  darte una Tregua!- dijo seriamente el Tiempo. Eso no era bueno pensé, por qué él querría darme una tregua, si me encontraba en mis cinco sentidos. Una vez lo hizo también, se apiadó de mí cuando me sumergí en el Mar Negro, pero ahora todo era diferente, estaba consciente. Sabía que algo planeaba. Antes de siquiera preguntar por qué desperté entre tus brazos, la habitación estaba oscura y  el frío aún se dejaba sentir por la ventana. En la televisión había terminado la programación, te habías dormido, sonreías, en sueños sonreías, como siempre lo hacías. Ahora me pregunto: ¿MAKTUB o Causa y Consecuencia?


Una Tregua, pensé,  me abrazaste y me dormí otra vez.

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